Una comunidad de vecinos de Elda, en Alicante, ha
interpuesto una denuncia contra UGT al descubrir que unos locales adjuntos que
sirven de sede a la delegación comarcal del sindicato han estado conectados al
contador de su finca durante 18 años.
El descubrimiento tuvo lugar hace tres meses cuando la
comunidad de propietarios decidió cambiar de administrador y la nueva empresa
que gestiona ahora las cuentas observó con asombro el elevado importe de los
recibos de la compañía eléctrica. ¡De 600 a 700 euros cada dos meses! en una
Comunidad relativamente pequeña y sin que los bajos comerciales y los garajes
participasen del mismo recibo. No era de extrañar que los vecinos estuviesen
hartos de efectuar derramas para afrontar los pagos.
Tras realizar las investigaciones pertinentes, el nuevo
administrador requirió la presencia de técnicos de Iberdrola y de un
electricista privado quien descubrió con asombro una “manguera” que conectaba
directamente el cuadro eléctrico de la finca con unos locales adyacentes
pertenecientes al sindicato UGT.
Como era de suponer, los vecinos presentaron de inmediato
una denuncia en la comisaría de policía y solicitaron a Iberdrola que desenganchara
la conexión ilegal después de haber
realizado las oportunas fotografías que probaban todos estos hechos.
Después de todo este embrollo, los dirigentes locales del
sindicato han prometido abonar las cantidades que la comunidad considere
oportunas para que la denuncia no prospere, aunque lo van a tener difícil ya que la policía podría actuar de oficio al
ser delito engancharse de forma ilegal a la red eléctrica.
Una vez pillados con las manos en la masa, ¿qué alegaron los
dirigentes de UGT? Pues lo de siempre: que eran desconocedores del tema… que creían
que las facturas eléctricas llegaban a
la sede central de Valencia… que suponían que eran abonadas por el organismo
autónomo que coordina los centros de formación del sindicato… en fin, que
resulta muy complicado alegar ignorancia (a menos que se sea Infanta, claro)
tras no haber contabilizado ni un solo recibo de la luz durante 18 años.
Dos consejos: no se fíen de sus vecinos, sobre todo si son sindicalistas
(tampoco lo deberían hacer si se dedican a la política) y cuidado con los
administradores que contratan: ¿18 años sin extrañarse de unos pagos tan
exagerados? ¡Por Dios!
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